3 datos sobre cómo va la vacunación contra COVID-19 en P.R.
Por Edmy Ayala y José Zavala
El archipiélago de Puerto Rico tiene varias ventajas a la hora de determinar su capacidad de controlar la epidemia por COVID-19, entre ellas: su geografía (al ser islas), una robusta comunidad de científicxs y expertxs en salud pública que participan de esfuerzos gubernamentales e independientes de detección (pruebas diagnósticas), prevención (educación y medidas individuales y en grupo) y mitigación (vacunación), y su amplio y temprano acceso a vacunas, la herramienta principal para controlar la epidemia local y poner fin a la pandemia global.
Por su relación política con los Estados Unidos, una de las naciones con mayor cantidad de vacunas disponibles en el mundo, Puerto Rico ha tenido acceso a un suplido continuo de dosis de las tres vacunas que hasta ahora cuentan con permiso de uso por la emergencia, mas no aprobación final, Pfizer, Moderna y Janssen, de Johnson & Johnson. Y, hasta la fecha, podemos afirmar que el 53% de la población ha recibido al menos una dosis de vacuna, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
A pesar de esto, este análisis de los datos públicos evidenció que en Puerto Rico hay más de un millón de vacunas sin usar, que es la jurisdicción que menos ha vacunado a mayores de 65 años, y que todavía no alcanza la inmunidad de grupo entre las poblaciones de las islas municipio de Vieques y Culebra.
Puerto Rico está experimentando uno de sus mejores puntos desde que comenzó la pandemia por el SARS CoV 2. Por ejemplo, según el dashboard de la Coalición Científica, los casos únicos diarios y los pacientes hospitalizados están al mismo nivel que antes de julio del 2020.
Incluso, según el Covid-19 Vaccine Tracker del Financial Times, en esfuerzos de vacunación, Puerto Rico está en el lugar número 13, entre todas las naciones del mundo (dos lugares por debajo de los Estados Unidos). Y también, según datos de los CDC, está entre las primeras 20 jurisdicciones que más ha vacunado a menores de entre 12 y 17 años.
A esto se le añade que, durante estas últimas semanas, y en múltiples ocasiones, el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC), quienes lideran el principal esfuerzo de detección de casos y semanalmente realizan pruebas gratis, reportó que se registraron más de 10 mil pruebas de antígenos realizadas en un solo día, en múltiples ocasiones.
Sin embargo, la Coalición Científica, grupo de expertxs nombrado por el gobernador Pedro Pierluisi cuando fue electo, recalcó en sus últimas recomendaciones sobre esfuerzos de vacunación “la importancia de permanecer precavidos a pesar de los indicios positivos de disminución de casos”, ya que existe transmisión comunitaria de variantes con mayor capacidad de contagio y severidad, y no contamos con una vacunación al nivel necesario para poder disfrutar de la inmunidad de rebaño.
Variantes de preocupación como la Delta, primero identificada en India, y la que actualmente representa el 60% de los casos nuevos en el Reino Unido. La amenaza que representa esta variante ante los esfuerzos de vacunación es tal que el doctor Anthony Fauci, principal asesor médico de la Casa Blanca, advirtió, la semana pasada en conferencia de prensa, que “no podemos permitir que esto pase en los Estados Unidos”.
Y ahora, contrario a lo que expertxs afirmaron después de que dio comienzo la vacunación, recomiendan que se debe vacunar a un 80 a 85 por ciento del total de la población para realmente poder disfrutar de la inmunidad de grupo. Esto quiere decir que 4 de cada cinco boricuas se deben vacunar. Recomiendan que esto se debe lograr lo antes posible; considerando que la inmunidad de grupo se alcanzará de manera más sólida cuando la protección, provista por las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, las tres 100% eficaces previniendo enfermedad grave, hospitalización o muerte por COVID-19, está a nivel óptimo en gran parte de las personas.
Científicxs aseguran que las tres vacunas disponibles proveen protección ante estas variantes. Estudios recientes evidenciaron que, por ejemplo, dos dosis de la vacuna Pfizer tienen un 88% de eficacia ante la enfermedad asintomática provocada por la variante Delta. Por esto, Fauci recalcó la importancia de que quienes se vacunen reciban ambas dosis. Porque la única manera de detener las variantes es previniendo más contagios.
Entonces, a la hora de afirmar para cuándo Puerto Rico tendrá protegida a gran parte de su población, hay varios datos que deben ser seriamente considerados.
Hay más de 1 millón de vacunas acumuladas
Los CDC monitorean la distribución de vacunas a nivel de los Estados Unidos y sus territorios, eso incluye a Puerto Rico. Esta distribución, por ahora, se realiza a base de la cantidad de personas mayores de 18 años que residan en esa precisa jurisdicción.
Entonces, son las propias jurisdicciones quienes determinan a dónde van esas vacunas, entre sus Departamentos de Salud, hospitales y farmacias. Incluso, las jurisdicciones, y colaboradores federales y comerciales pueden ordenar vacunas del gobierno federal por medio del “Vaccine Tracking System” en un esfuerzo para visibilizar necesidad local.
En el caso de Puerto Rico, según datos oficiales de los CDC, el archipiélago lleva meses recibiendo más vacunas de las que coordina para administrar. Los mismos datos indican que las vacunas comenzaron a acumularse a un ritmo cercano a 80 mil dosis semanalmente a finales de febrero. Esto se tradujo a que, hasta abril, solo se logró administrar a penas la mitad del inventario recibido de vacunas.
Para mediados del mes siguiente, el total de vacunas sin usar sobrepasó las 1.3 millones de dosis. A finales de ese mes, el inventario sin usar comenzó a reducirse, lo cual se podría adjudicar a una multiplicidad de razones, entre las que están los eventos de vacunación organizados por el gobierno, organizaciones y comunidades. Con todo esto, todavía tenemos más de un millón de dosis de vacuna acumuladas.
Entre las fuentes consultadas para este análisis, está el conteo que lleva el periódico The New York Times desde comienzos de la pandemia, que se nutre directamente de los datos disponibles en la página oficial de los CDC. Y sus datos validan este número. Incluso, colocan a Puerto Rico entre los últimos lugares entre las jurisdicciones que menos dosis han utilizado, al solo haber usado 73% de la cantidad total de las dosis recibidas.
Según un informe de la Coalición sobre vacunación, los proveedores de vacunas, responsables de enviar los datos de dosis administradas al PREIS, la base de datos de vacunación del Departamento de Salud, pueden tardar al menos dos semanas en hacerlo. Sin embargo, hace meses que datos reflejan una acumulación de vacunas. Más allá de esto, el análisis de la cantidad de vacunas recibidas y las administradas se dificulta ante la falta de transparencia por parte del Departamento de Salud. Por ejemplo, en su dashboard, la cantidad de dosis distribuidas a proveedores ya no está disponible, dificultando obtener su número de vacunas sin utilizar.
Aún ante esta realidad estadística, a mediados de abril, un mes antes de que la cantidad de dosis acumuladas llegase a su punto máximo, el secretario del Departamento de Salud, el doctor Carlos Mellado, aseguró, en conferencia de prensa, que Puerto Rico estaba recibiendo pocas vacunas, afirmando que lo que se recibía “es una cantidad de vacunas limitadas en comparación con la gran cantidad de personas que no se han vacunado” [1 min, 30 secs].
El secretario no mintió. Lo cuestionable es que cómo es posible afirmar que teníamos más personas que vacunar qué vacunas disponibles, cuando las vacunas, según este análisis, sobraban.
Desde que se declaró la pandemia por COVID-19, expertxs han alertado sobre la importancia de que la distribución de vacunas se haga de forma equitativa. Esto quiere decir que en el ejercicio de distribución y esfuerzos de vacunación, no solo se debe explorar una posible reticencia, sino que primero se deben considerar determinantes sociales, como falta transportación y acceso a educación, que entorpecen el acceso a vacunas. Y Puerto Rico no debe ser la excepción.
Nota: El inventario de vacunas sin utilizar en Puerto Rico pasó meses en aumento hasta alcanzar un pico de 1.34 millones de dosis a mediados de mayo. ¿Cómo replicar este análisis? Utilizando los datos de vacunación del CDC desglosado por jurisdicciones. Seleccione los datos correspondiendo a Puerto Rico (‘Location’ = ‘PR’) y consulte las columnas de dosis distribuidas (‘Distributed’) y dosis administradas (‘Administered’). La diferencia entre dosis distribuidas y administradas corresponde al total acumulado de vacunas distribuidas sin administrar. Finalmente, puede promediar cada valor de dosis sin administrar a lo largo de los 7 días anteriores para llegar a un resultado similar al presentado en este gráfico.
Puerto Rico está en último lugar a nivel de Estados Unidos vacunando a personas de 65 años o más
A cinco meses de comenzar a vacunar esta población. Puerto Rico está en último lugar vacunando a personas de 65 años o más.
Comenzando la distribución de vacunas, según determinó el gobierno federal, cada jurisdicción tuvo la oportunidad de determinar las fases en que vacunaría a su población. Puerto Rico optó por dividir el proceso en cuatro fases:
1A (trabajadores de salud, empleados y residentes en hogares de cuidado, y personas con discapacidad intelectual)
1B (personas de 65 años o más y trabajadores de primera línea)
1C (personas con enfermedades crónicas, en prisión, con discapacidad, en albergues, de asistencia espiritual, estudiantes universitarios, personal de restaurantes y otros servicios esenciales)
Fase 2 (población general mayor de 18 años).
Según datos del NYT, solo 66% de las personas de 65 años o más en Puerto Rico han recibido al menos una dosis, mientras que en Estados Unidos ya el 86% de esa misma población la ha recibido. Según los últimos estimados de población, esto significa que en Puerto Rico faltan más de 200 mil adultos mayores por vacunar.
Peor aún, cuando enfocamos el análisis en personas mayores de 80 años, destaca que la vacunación en este grupo está estancada. Según el informe de la Coalición sobre vacunación, de continuar este ritmo, proveer la segunda dosis al 70% a esta población tomará entre 4 a 7 meses adicionales; con todo y que ya cerca del 54% completó su serie.
Esto quiere decir que esta población, que forma parte del grupo en mayor riesgo de necesitar hospitalización, e incluso morir a consecuencia de la enfermedad de COVID-19, continúa altamente vulnerable.
Todavía no se alcanza la inmunidad de grupo en las islas municipio
El 10 de marzo, el gobernador, Pedro Pierluisi, el secretario de Salud y el ayudante general de la Guardia Nacional, general José Reyes, anunciaron que ese mismo día el 60% de la población viequense de 18 años o más esté vacunada contra el COVID 19 y que para el día siguiente se esperaba alcanzar el 70 por ciento, “para de esta forma lograr la inmunidad de rebaño”.
Pero el informe sobre vacunación de la Coalición Científica, realizado por el profesor de estadísticas aplicadas en la Universidad de Harvard Rafael Irizarry, refleja que esto no es cierto. Según este informe, solo 47% y 45%, respectivamente, de la población de Vieques y Culebra tiene su serie de dosis completada.
Según datos de los CDC, desde abril, en Vieques y Culebra prácticamente no se vacuna. Estos datos reflejan que solo han vacunado, con serie completa de dosis, unas 132 personas en Vieques (1.6%) y otras 47 (2.7%) en Culebra. Mientras tanto, Puerto Rico aumentó 20% durante ese mismo tiempo.
Lo que hace urgente fortalecer los esfuerzos de vacunación en las poblaciones de Vieques y Culebra es la falta de acceso que tienen a servicios médicos de emergencia y su amplia exposición al turismo. La isla de Vieques no tiene hospital desde el paso del huracán María y en Culebra, aunque existe una clínica de emergencia, residentes reportan que como quiera tienen que viajar a la isla grande para obtener servicios de salud y atención médica. Encima de esto, la transportación marítima hacia la isla grande se ve continuamente interrumpida por averías y conflictos con la empresa que las administra.
Nota: Vieques y Culebra mantienen la misma población vacunada a lo largo de casi 2 meses mientras los demás municipios continúan aumentandola. ¿Cómo replicar este análisis? Utilizando los datos de vacunación del CDC desglosado por municipalidades, seleccione los datos correspondiendo a Puerto Rico (‘Recip_State’ = ‘PR’) y consulte la columna de cantidad de personas con su serie de dosis completada (‘Series_Complete_Yes’) y la columna de municipios (‘Recip_County’). Finalmente, utilice el estimado de 2019 del Censo para las poblaciones municipales de Puerto Rico. Al dividir la cantidad de personas con serie completada con la población total correspondiente a cada municipio y fecha, debería resultar en algo similar a lo presentado en este gráfico.
Para vacunarte: Redes oficiales del Departamento de Salud y la organización VOCES.
Para información sobre dónde realizarte una prueba diagnóstica gratis: Redes oficiales del Sistema de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos.
Para información educativa sobre COVID-19 y vacunas, y cómo promover la vacunación entre tu familia y comunidad: Colección Aquí Nos Cuidamos.
Referencias
CDC
Coalición Científica
The New York Times
Financial Times
José Zavala es analista de datos en el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC) y Edmy Ayala es periodista, comunicadora científica, y coordinadora del proyecto Aquí Nos Cuidamos, una colección educativa sobre COVID-19 creada con y para comunidades marginadas y desprotegidas en Puerto Rico.
Nota de lxs autores: Esta es la primera de varias colaboraciones entre esta periodista y analista de datos. Buscamos mejorar la fiscalización gubernamental en miras a alcanzar la protección del pueblo boricua ante la COVID-19, porque reconocemos que contamos con todas las herramientas necesarias. Para preguntas, dudas, observaciones o comentarios: solamentefacts@gmail.com