Oda a la amistad en tiempos pandémicos

Cuando era pequeña, demasiadas personas adultas me dijeron que “un amigo es un peso en el bolsillo”. Qué bueno que no les hice caso. 

Por un tiempo, pensé que quizá era verdad, que la amistad es algo efímero, circunstancial, y de interés egoísta… pero la pandemia que vivimos ha sido la prueba más grande de que lxs amigxs son todo.  

Hoy, Día de San Valentín (por más invento capitalista que sea), celebramos el amor, un sentimiento tan humano y frágil como la vida misma. Este día existe más allá de ser un día para dar regalos; como seres vivientes, que sienten y padecen, podemos verlo como un día donde todo para y decidimos, colectivamente, reconocer el amor y la amistad por lo que son: vida y razón para vivir. 

La amistad es de las inversiones más hermosas y valiosas que podemos hacer. Aunque a veces no logremos la misma profundidad con todas nuestras amistades o personas chéveres que conocemos en el camino, no significa que no lo dejemos todo en la cancha por quienes decidimos dejar entrar a nuestras vidas. Este es el lazo más fundamental de la vida. No, no es opinión; es ciencia

“Estudios han relacionado el aislamiento social y la soledad con mayores riesgos de una variedad de afecciones físicas y mentales: presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad, un sistema inmunológico debilitado, ansiedad, depresión, deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer e incluso la muerte”, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

No tener interacción social, puede llevar a problemas de salud como la depresión, enfermedades cardíacas y deterioro cognitivo en personas mayores. Y, “las personas que se encuentran solas debido a la muerte de una pareja, la separación de amistades o familiares, la jubilación, la pérdida de movilidad y la falta de transporte corren un riesgo particular”. Mientras, las personas que participan de actividades seguras y productivas con otras personas tienden a vivir más tiempo, disfrutar de mejor estado de ánimo y sentirse que tienen propósito.

Pocas cosas en esta vida son tan mágicas como una persona que no tiene vínculo biológico contigo pero decide formar parte incondicional en tu vida. Tómate un segundo para procesar esto… ¡¿verdad que es hermoso?! 

Dar con esa persona o grupo de personas, compinches, que te complementan, que generan sinergia, con quien pasas lo lindo, lo feo; que se les rompe el corazón cuando te rompen el tuyo; y que te agarran cuando te sientes desvanecer… 

En momentos donde el mundo se siente pesadísimo, los días lentos y caóticos, un buen amigo, una buena amiga, un buen amigue, es la medicina y el remedio perfecto. Es un mensaje de texto que te hace reír, una llamada que te libera, una reafirmación que te hace sentir vistx, un consejo que te ayuda a ganar perspectiva sobre algo que vives, un encuentro que te devuelve a la vida y te ayuda a poner los pies en tierra. 

Y, a veces, cuando se acaba y sus caminos se distancian, duele más que cuando cualquier amor te rompe el corazón. Porque, en una amistad saludable, se vive de todo y se entrega todo. Navegan junto a ti distintas etapas en tu vida, algunas felices, otras de gran batalla. 

Por eso, recuerda que es distancia física, no social. Nos necesitamos ahora más que nunca. Abraza a tus amigxs, sea una sola persona o más. Escríbeles cómo hacen de tu vida una más llevadera, feliz; agradéceles por su complicidad, por su lealtad, por su tiempo, por su comprensión, y hasta por su perdón (porque todxs la cagamos de vez en cuando). 

Nota pandémica: Si te vas a juntar: que sea afuera o al aire libre, y a seguir las medidas de prevención de forma consistente. Para más información, visita aquinoscuidamos.org.

Nada mejor que saber que quien quieres lo sabe, y lo agradece. 

Feliz Día del Amor y la Amistad,

E.


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